Twin Obscenity - For Blood, Honour and Soil
Dos cosas quedan claras cuando se escucha Twin Obscenity: la primera es que estilos como el Pagan o el Viking fueron variaciones naturales del Black Metal y, en consecuencia, inicialmente su distinción fue sólo conceptual; y la segunda es que, más allá de los aportes hechos por las bandas más crudas de Escandinavia, la melodía siempre supo abrirse allí un camino sobresaliente. Es verdad que sobre esto puede discutirse prolijamente, pero jamás se logrará probar algo distinto a que, en esencia, el sonido de Twin Obscenity corresponde al del Black Metal, que las etiquetas de Viking/Pagan que usualmente se le adjuntan obedecen ante todo a su plano lírico o estético y que, por otra parte, la banda es portavoz de la cosmovisión nórdica de los noventas, concretamente de su deseo de dirigirse por un camino menos primitivo que el recorrido por las primeras bandas.
Con relación a todo esto, For Blood, Honour and Soil (1998), segundo disco de Twin Obscenity ofrece una excelente ilustración. En efecto, se halla en él una temática perfectamente establecida, de la cual hablan ya tanto la portada como el título; las nueve canciones del álbum nos remiten a un espacio en el que las batallas, los dioses y los héroes se entrecruzan formando un discurso que rememora lo más propio de la épica vikinga: "Our swords will mark our stand / by glory this our right / once more unto the field / once more we stand and fight". Las letras de la banda son, por así decirlo, himnos de guerra, y en tal sentido se enfocan en las estrofas, coros e intervenciones de los vocalistas, pues estos últimos pueden alternativamente ejecutar susurros, rasgados, guturales gruesas y, en el caso de un par de canciones, hasta líneas femeninas.
Ahora bien, la música que acompaña este ideario, no posee ritmos o elementos vikingos, sino, como dijimos, la estructura propia del Black Metal melódico. A este respecto es muy diciente la influencia de Dissection, evidente en la confección de los solos y ciertos riffs (como los de "The Wanderer"); asimismo, los teclados (ejecutados aquí por Mona Skottene -la vocal femenina-) comparten más o menos la dirección de grupos como Old Man's Child o Dimmu Borgir, sólo que sin caer en la saturación de las composiciones, insinuando más que protagonizando. La producción de For Blood, Honour and Soil permite escuchar cada instrumento y sorprenderse con pequeños detalles: el eco de las voces en "In Glorious Strike" o "Upon the Morning Field", los logrados fragmentos acústicos, o el uso del doble bombo, entre otros.
Twin Obscenity firmó un contrato con la Century Media Records a finales de los noventas al parecer por más de 5 discos, pero lamentablemente tras el lanzamiento del segundo -Bloodstone (2001)- la banda se desintegró. For Blood, Honour and Soil, al haber sido prensado también por este sello, contó con una presentación profesional y, por supuesto, una amplia distribución en el mundo; la portada y todo el diseño interior están basados en gestas épicas, y las mismas fotografías de la banda reflejan esta orientación. A la fecha no existen reediciones del disco, si bien la mayoría del catálogo del sello se ha vuelto a prensar, de suerte que únicamente es factible buscar las versiones de época, editadas en Alemania y Estados Unidos. Debe destacarse que ninguno de los 3 miembros de Twin Obscenity en esta época (Tønnessen, Wiig y Naesje) han tenido otros proyectos desde entonces.
RANK: 8.5/10
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