The Zephyr - Impure and Divine

by - junio 24, 2014


Aunque American Line continúe activa todavía y apoyando a numerosas bandas de Latinoamérica, no cabe duda de que su auge como disquera fue a mediados de los noventas, época en la que su catálogo enlistaba muchos nombres que luego se convertirían en figuras de culto: Disgorge, Kabak, Necrofilia, Witchcraft, Tenebrarum, etcétera. The Zephyr tuvo la suerte de pertenecer también a este conjunto de bandas e, incluso, de realizar, gracias al sello, un extenso tour por México y algunos otros países de Centroamérica en 1999, cuando era lanzado su álbum debut Impure and Divine. No sé si este hecho habla positivamente de la agrupación, pero lo cierto es que la misma American Line firmó su segundo disco -Fake Measured Smile (2003)-, y que los músicos de la banda han participado además en trabajos de grupos mexicanos tan importantes como Anarchus, Lust o Genocide.

La historia de The Zephyr se remonta hasta principios de los noventas, y sus influencias provienen de distintos géneros: Black, Thrash, Heavy. Sin embargo, tal y como lo reconoce César Caro -guitarrista y vocalista de la banda-, a partir de 1998 su labor se enfoca sobre todo en lo melódico, en el desarrollo de estructuras que colindan más con el sonido sueco que con esa mezcla Black/Death de sus inicios. En Impure and Divine esta búsqueda es clara y, en consecuencia, no pocas veces, mientras se escucha, se siente un dejo europeo: las apartados acústicos (muy recurrentes en el disco) y la agresiva velocidad melódica recuerdan, por ejemplo, al In Flames del Lunar Strain; la alternancia de voces en temas como "Lunar Sea", el Skydancer de Dark Tranquility y; en fin, ciertos riffs sostenidos y quiebres de tiempo, la obra de Dissection.

Por supuesto, The Zephyr posee sus rasgos propios, tanto en la producción (que consigue un contraste atractivo entre crudeza y melodía), como en la composición (cincelada con auras bien oscuras). Hay mucha rapidez en Impure and Divine, de modo que resulta un álbum enérgico; pero, asimismo, la inclusión de secciones acústicas, le otorga un matiz sensible. Sólo es lástima que el talento de los guitarristas, ágiles y precisos en su ejecución, no tenga un correlato en los punteos, pues estos prácticamente no existen en el disco, y le hubiesen podido enriquecer bastante. La voz, finalmente, se apropia del color característico del Melodeath, y tiene a su haber dos logros: energía y velocidad, rasgos que se acomodan mucho a las letras, centradas en cuestiones filosóficas (uno de los miembros de la banda cursó, precisamente, estudios en esta materia).

Como se dijo antes, Impure and Divine fue prensado en 1998 por el sello mexicano American Line Productions y, al parecer, la agrupación quedó satisfecha con los resultados. En efecto, el cuadernillo de 10 caras que acompaña el CD fue impreso a todo color e incluyó fotografías, letras, y agradecimientos. Hasta la fecha el álbum no ha sido reeditado, si bien existe de él una vieja versión en TAPE editada en Tailandia y limitada a 300 copias. En la parte del booklet en la que se hacen las precisiones técnicas hay una pequeña anotación que, refiriéndose al estudio en el que fue grabado el disco, dice lo siguiente: "a half inch punk studio with no budget, that kickass"; de alguna manera esta es también la síntesis de la música que The Zephyr hacía por esta época: primitiva en su producción, pero brutal y absorbente a más no poder.

THE ZEPHYR. Impure and Divine. American Line Productions. 1998.
RANK: 8/10

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