Vader - Black to the Blind

by - junio 05, 2015


Aunque la música de Vader estuvo asociada en sus orígenes a otros géneros, desde finales de los ochentas y, más aun, a partir de la salida del disco The Ultimate Incantation (1992), la banda empezó a ser considerada arquetípica del Death Metal y a hacer parte de la élite que desarrolló este sonido en Europa. Por ello, cualquier referencia a su trabajo debe apoyarse en la certeza de que pertenece a una banda que ha ganado por mérito propio el derecho a mantener ideas en su música o a vincular nuevos recursos según lo desee y, así, tanto en los discos en los que se ha mostrado más conservadora, como en aquellos otros en los que ha querido arriesgar un poco más, es evidente el amparo, no sólo de la libertad creativa, sino de una reputación que se remonta a los tiempos en los que buena parte del Death Metal estaba aún en estado embrionario.

Black to the Blind (1997) se muestra interesante a la luz de esta reflexión, pues, por un lado, exhibe el dominio de aquello que tradicionalmente es entendido como Death Metal -la marcha a fondo de la batería, el riffeo rápido y la gutural gruesa-, pero, por otro, incorpora elementos más vanguardistas como variaciones en los tonos vocales o efectos sobre la línea de los solos. El punto es que Vader no da tregua en los 29 minutos que dura el disco y a cada paso da una nueva lección de técnica y ponderación: su velocidad, por ejemplo, no aburre, porque se alimenta de cambios y modulaciones; los punteos, presentes varias veces por canción, si bien incluyen casi por regla el floyd-rose, son totalmente distintos entre sí; y ni siquiera la voz satura, sino que da espacios para la instrumentación, para descubrir la limpieza de las ejecuciones. 

Se añade, además, en algunos temas, la participación de Cezar -Christ Agony, Moon- como vocalista de apoyo y unas ambientaciones mínimas a modo de preludios. Paralelamente, en el plano lírico, Black to the Blind presenta una consistencia única: hay en sus letras una orientación más que definida, anclada en dos formas de misticismo: la filosofía del Thelema y la magia del Zoz Kia Cultus. Como otras bandas polacas -tipo Behemoth o Hate-, Vader es especialista en estos temas y, en consecuencia, sus letras poseen un sentido histórico bien afincado que aborda con suficiencia asuntos relacionados con el caos, la oposición de fuerzas, prácticas de adivinación, etcétera; cuestiones, sin duda, que para ser comprendidas cabalmente requieren de cierta iniciación, un hecho que se halla simbolizado ya en el título del disco.

Black to the Blind apareció por primera vez en 1997 a través de System Shock, pero la imagen que se muestra en la fotografía corresponde a una versión lanzada un año después en Estados Unidos por la Pavement Music. Como se observa, este ejemplar es promocional, aunque, a excepción del sello de advertencia que así lo indica en la portada, no se diferencia en nada de la edición comercial: el cuadernillo, perfectamente diagramado en tonos rojos y negros, incluye las letras de las canciones, la información sobre la grabación, fotos y pequeños comentarios acerca de la raíz filosófica que tienen las líricas. A la fecha, pueden encontrarse también de este álbum versiones editadas por la Koch International en TAPE, la Metal Mind Productions en CD, y la Night of the Vynil Dead en LP.

VADER. Black to the Blind. Pavement Music. 1998 (1997).
RANK: 8/10

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