Ultratumba - Museo de los Despojados

by - noviembre 03, 2014


Aunque Ultratumba se ha mantenido activa desde 1995, no ha podido escapar a la suerte de ser una agrupación alterna, y, no sólo porque sus fundadores -Javier y Lorenzo Partida- han seguido trabajando en las líneas de su banda principal (Transmetal), sino, además, porque los músicos de soporte han sido tantos que no es fácil identificar la esencia del grupo. Es verdad que quienes han participado en Ultratumba son miembros de proyectos reputados dentro de la escena mexicana (Leprosy, Luzbel, Blackthorn), pero, en todo caso, hay una disparidad considerable entre los discos de la banda, sobre todo en lo que concierne a sus vocales, que han ido de la mezcla Groove/Death de sus inicios a una propuesta más Sludge/Stoner en los años recientes, pasando, obviamente, por esa época Heavy representada en su disco Museo de los Despojados (1997).

Personalmente, prefiero la primera etapa de la banda, porque su sonido, estando emparentado todavía con el de Transmetal, alcanza ya algunos rasgos distintivos. En Museo de los Despojados dichos rasgos permanecen, es decir, se conserva esa fusión de Sludge y Doom Metal, dirigida por las guitarras (de riffs fuertes y marcados, cercanos a veces a Black Sabbath y otras a Crowbar) y la batería (que a excepción de ciertos momentos jamás supera los medios tiempos). En términos de instrumentación, pues, Ultratumba funciona bien, no de un modo memorable, pero al menos sin defraudar; incluso, hay solos (como el de "El Amor No Significa Nada") que llegan a destacarse. Y lo propio podría afirmarse de las letras, que cumplen sin descollar con su cuota de crítica social (especialmente a la religión y la pobreza).

El gran problema de Ultratumba en este álbum es la vocalización; seguramente, para muchos, al contrario, ésta sea su virtud, pues fue una tarea realizada por Arturo Huizar (uno de los pioneros del Heavy Metal mexicano) pero, en realidad, en el tipo de ensamble rítmico que hay en Museo de los Despojados su voz no termina de encajar. Lo que sucede es que Huizar desea hacer demasiadas cosas y no logra a cabalidad ninguna: hay falsetes y subidas de nota desafortunadas (como las de "Protector"), en "Muerte" intenta un a cappella con más sentimiento que precisión, y en la canción homónima del disco hay aceleraciones innecesarias, poco agradables. Cuando Huizar es más mesurado en su labor, la música fluye mejor, pero lamentablemente como cada canción tiene tanto espacio para el canto, esto no es lo que prevalece.

Museo de los Despojados fue grabado entre septiembre y octubre de 1997 en los estudios Elith de Ciudad de México, y a principios del siguiente año fue prensado por el sello -también mexicano- Discos y Cintas Denver. El álbum muestra en su portada una pintura de Leonardo da Vinci, y el diseño interior -compuesto sobre papel blanco- ofrece imágenes de campesinos, niños pobres, religiosos, etcétera; el cuadernillo incluye fotografías de la banda, las letras de las canciones y los agradecimientos. No estoy seguro de que existan reediciones del disco, si bien buena parte del material que produjo Denver durante los noventas fue hace un tiempo relanzado en versiones que no alteran el arte original. En todo caso, Ultratumba continúa activa y su más reciente disco fue lanzado apenas el año pasado.

ULTRATUMBA. Museo de los Despojados. Discos y Cintas Denver. 1997.
RANK: 6/10

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