Ophthalamia - Via Dolorosa

by - noviembre 23, 2013


Aunque históricamente A Journey in Darkness (1994) haya sido su disco más celebrado, no vendría bien colegir que esta es la única pieza de Ophthalamia que reviste interés. Un rápido acercamiento a los otros títulos de su discografía pronto revela que todos ellos, más allá de sus diferencias y similitudes, poseen particularidades dignas de mención. Via Dolorosa (1995), por ejemplo, proyecta la visión más estilizada de la banda, esto es, el punto en el que alcanzó -a mi parecer- el nivel de composición y desarrollo más logrado de su carrera, algo que prueban todas esas líneas memorables de guitarra que hay en el disco, la mezcla perfecta de emociones que en él se translucen (melancolía, furor, festividad), y todos los pequeños detalles con que la armazón principal va nutriéndose tema tras tema (susurros, sonidos acústicos, intervalos de tiempo, etcétera).

De Ophthalamia resulta oportuno afirmar que jamás buscó acoplarse a las direcciones tradicionales de la música; así, aunque su nombre se asocie frecuentemente con el Black Metal, en realidad está muy lejos de él, entre otras razones, por su marcada orientación melódica, síntesis del Jazz, el Doom y muchos otros estilos musicales. Cada álbum de la banda encarna esta distancia frente a la linealidad y crudeza del Black, sólo que en Via Dolorosa se explicita de tal manera que quien lo escucha cae irremediablemente en una sorpresa que entorpece su juicio: hay, a lo largo de sus temas, una armonía siempre bella, fascinante, sugestiva, artística en el sentido amplio del término, y estas son cualidades que se evaden, no con poca frecuencia, dentro del Black Metal. Escuchar Via Dolorosa es sufrir un rapto en el que lo sublime revela su faceta más soberbia y admirable.

Ahora bien, esto no significa que la música de Ophthalamia, por su carácter elaborado, no reproduzca un sentido agresivo. Esa fuerza también está contenida aquí, sólo que es una especie de potencia, algo que evita desbordarse y que, en consecuencia, se halla sugerido, más que materializado. Con todo, se cuenta con la impetuosa voz de Legion (Marduk) que imprime un brío especial; repentinos arranques de velocidad, dispersos entre la lentitud que predomina en el álbum; algunos pasajes que renuncian a la agudeza melódica de la guitarra y; por supuesto, un campo lírico que, aunque es ciertamente poético, no por ello deja de tener firmeza y oscuridad. En la canción homónima, "Via Dolorosa", se escucha: "the first flight of the butterfly / reminds me about my hate of life", y este es un verso que pronto nos entera de que, entre la sutileza de su música, Ophthalamia despliega un mensaje audaz y frío.

Via Dolorosa fue prensado originalmente por Avantgarde Music en 1995, si bien la grabación fue hecha a finales de 1994 e, incluso, contiene letras y arreglos hechos varios años atrás. En 1997 el álbum fue reeditado por la Century Media Records, así como lo hizo también la Irond Ltd. en 2004, y la Peaceville Records en 2009. En la fotografía se muestra esta última versión, lanzada en caja de lujo, y cuidada en todos sus aspectos: el cuadernillo contiene las letras de las canciones, pinturas de Axa (pianista de sesión de Ophthalamia y Dissection) y fotografías de la banda. Vale la pena resaltar que el productor del disco fue Dan Swanö (Edge of Sanity, Diabolical Masquerade), que las sesiones en estudio no superaron una semana, y que el disco contuvo desde su primera edición 2 bonus tracks: "A Lonely Ceremony / The Eternal Walk" y "Deathcrush"  (cover de Mayhem), temas que posteriormente aparecieron en la compilación To Elishia de 1997 en su versión demo.

OPHTHALAMIA. Via Dolorosa. Peaceville Records. 2009 (1995).
RANK: 10/10

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