Katatonia - Dance of December Souls
Después de escuchar durante años este disco sigo pensando dos cosas: que es una obra maestra, y que, entre las muchas razones que hay para probarlo, la más importante es que logró captar de manera muy personal el espíritu de aquella época en la que el Doom Metal alcanzaba su matiz más melódico y depresivo. Katatonia compartió con otras agrupaciones de entonces -Anathema, Paradise Lost, Tiamat, The Gathering- una misma raíz que fue, justamente, la del Doom, pero mientras las otras bandas edificaron su música acercándose también a elementos del Death Metal, Katatonia se enriqueció siempre con recursos más cercanos al Dark Metal: primero, los tonos desgarrados de su vocalización y, segundo, esa atmósfera lóbrega que permea cada una de sus composiciones hasta eclipsarlas casi totalmente.
Tal es así que podría afirmarse que antes de la salida de Dance of December Souls, en 1993, ninguna otra banda había editado un disco que proyectara una combinación similar de materiales: ritmos lentos dotados de belleza y melodía; una voz expresiva, rica en tonos afectados, tristes; y arreglos sutiles que estilizan cada composición (los ecos de "Without God", los teclados de "Gateways of Bereavement", o los efectos de guitarra de "In Silence Enshrined"). Cada canción de Katatonia es una larga página que se abre para recorrer con parsimonia paisajes poblados por la desesperación, el miedo o las frustraciones; y cada pequeña parte de su música se orienta bien en este sentido, haciéndonos experimentar sensaciones semejantes, unas veces a modo catártico, purificándonos espiritualmente y, otras, con fuerza catatónica, sometiéndonos con frialdad lúgubre y oscura.
Como en pocos álbumes, aquí, en Dance of December Souls, la armonía tiene una densidad tan melódica y mustia a un mismo tiempo: con las guitarras uniéndose y separándose constantemente, pero siempre manteniendo entre sí una relación artística, limpia; con la batería proponiendo, a pesar de su lentitud, una ejecución resuelta, que sabe sacar el máximo provecho al bombo y el redoblante; con la voz de Renkse, mohína, ideal para transmitir sus propias líneas poéticas ("farewell life and all I died for / now my time is over on earth / another journey has begun"); y, finalmente, con la intervención ocasional de cortes instrumentales tipo "Seven Dreaming Souls" a base de teclados, "Elohim Meth" de guitarras limpias sobre cortina lluviosa, o "Dancing December" con cuya solemne cadencia cierra Katatonia su disco.
La primera edición de Dance of December Souls fue prensada por No Fashion Records en 1993, y desde esta fecha sucesivamente han venido apareciendo nuevas versiones: la que realizó Mystic Productions en TAPE en 1995, la de Hellion Records en LP ese mismo año, los nuevos prensajes en CD de la Irond, Peaceville y Mystic Empire, etcétera. La versión que se muestra en la fotografía es la lanzada en formato DIGIPACK por la disquera sueca Black Lodge Records en 2004; se trata de una re-edición oficial que, sin embargo, no contó con el pleno apoyo de la banda, puesto que a los miembros de Katatonia no les agradó, ni el cambio de la portada original, ni el hecho de haber usado su nuevo logo en una producción de su primera época. Con todo, la edición de la Black Lodge es limitada, y su presentación es pulcra tanto en la caja y el CD, como en el cuadernillo que los acompaña.
RANK: 10/10
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