Gates of Ishtar - The Dawn of Flames
Desearía evitar el cliché de todos aquellos que a la hora de referirse a Gates of Ishtar hablan sobre lo incomprensible que resulta, por un lado, el desconocimiento que tienen muchos sobre ella y, por otro, lo poco que la recuerdan quienes han tenido la oportunidad de escucharla; sin embargo, es inevitable afirmarlo nuevamente: Gates of Ishtar es uno de esos casos en los que uno no alcanza a comprender cómo funciona la justicia en el arte, pues siendo esta banda una muestra increíble del genio que tienen los suecos para el Death Metal melódico, no llegó nunca a alcanzar la fama de agrupaciones como Dark Tranquility o In Flames, y esto a pesar de que, frente a ellas, no reflejaba ningún punto en contra, sino, por el contrario, una riqueza musical envidiable.
La maestría de Gates of Ishtar ya era evidente en su primer disco A Bloodred Path de 1996, pero aquí, en The Dawn of Flames (1997), alcanza la calidad que sólo obtienen los verdaderos clásicos; es más, si, personalmente, tuviese que escoger un par de discos para definir con ellos qué es Melodic Death Metal, este sería uno de ellos. Las 8 canciones que componen el álbum poseen los rasgos más distintivos de este estilo: la armonía de las guitarras, el veloz y perfecto trabajo de la batería, la inclusión de ciertas atmósferas con teclados, y esa voz desgarrada que hizo popular a Suecia alrededor del mundo. Todo ello ejecutado con la técnica, precisión y profesionalismo que sólo músicos dedicados y honestos pueden lograr.
Escuchar The Dawn of Flames es encontrar una justificación para asegurar que el Metal es arte en sentido profundo; en él no hay solamente música bien elaborada, sino también la experiencia de muchas emociones a modo catártico: tristeza, ímpetu, intensidad, sosiego. Los fragmentos de las canciones (por ejemplo, en "Trail of Tears" o "The Embrace of Winter") reflejan esta forma particular con la que Gates of Ishtar confeccionaba sus canciones, mezclando proyecciones de distintos sentimientos. Algo similar sucede a nivel lírico, en donde la banda presenta un enfoque más bien pesimista (soledad, nostalgia, frustración), a pesar de lo cual, también proyectan ciertas líneas, primero, de furia u odio y, segundo, de aspiración onírica.
A la fecha existen 3 versiones diferentes de The Dawn of Flames en CD, todas editadas en 1997; una corresponde al prensaje europeo realizado por Invasion Records en Alemania, otra es la edición americana lanzada por Death Records (que es la que se observa en la fotografía), y, la última, fue la producida por Avalon Records en Japón, incluyendo 4 bonus tracks. La portada del disco representa una escena épica y, sin duda, es la parte más lograda del mismo en lo que se refiere al arte; el cuadernillo (de apenas 1 hoja) no contiene las letras de las canciones, sólo se observa en él los agradecimientos de la banda (para entonces quinteto) y algunos pequeños retratos en primer plano de sus miembros.
RANK: 9/10
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