I Shalt Become - Requiem

by - abril 01, 2013


Como sucede con numerosos proyectos de Black Metal estadounidenses, éste, I Shalt Become, también es el resultado de una inquietud individual, el deseo de un solo hombre (S. Holliman) de utilizar las posibilidades del género para movilizar efectivamente un lenguaje oscuro y soterrado. La historia de I Shalt Become, sin embargo, no es tan reciente como la de otras bandas, sino que se remonta a 1995, año en el que empezaron a aparecer sus primeras grabaciones (In Whitering y A Funeral Celebration), luego de las cuales vino su primer disco Wanderings (1999), el cual recibió un crítica positiva, aunque no entusiasta. Desde esa fecha, S. Holliman permaneció en total hermetismo, y apenas hasta 2008 volvió a saberse algo de su proyecto con la edición del álbum Requiem, el cual contiene 10 canciones grabadas apenas unos meses antes.

Como Xasthur o Leviathan, la propuesta de I Shalt Become se encamina por un sonido hipnótico y crudo, enriquecido con atmósferas lúgubres tipo Dark-Ambient. Los temas que componen Requiem son lentos, estridentes: una guitarra rítmica produce una sucia distorsión de fondo sobre la que otra guitarra se encarga de tejer oscuras melodías a base de arpegios o ataques pausados sobre las cuerdas; la voz es prácticamente inaudible en la mezcla, de ella nos llegan, a lo sumo, algunos ecos antes de perderse por completo en la disonancia de la música; por último, el cuadro de I Shalt Become lo completa la presencia muy sutil de recursos de sintetizador que otorgan a las composiciones una tonalidad aún más lóbrega y envolvente, pues si hay una característica que resalte en este álbum es su magnetismo.

La mayoría de temas siguen a cabalidad esta descripción al punto de que fácilmente puede interpretarse Requiem como un álbum repetitivo; empero, en la "Intro" y el instrumental "Seven Days to Dead" S. Holliman ejecuta algunas armonías limpias de guitarra que resultan interesantes. Asimismo, al final del disco, se encuentra la canción "Want" que por sí misma vale todo el álbum, un himno oculto, envolvente, de una belleza misteriosa y suprema; hay algo en ese tema que recuerda al Welowie de Gontyna Kry pero, por la lentitud de I Shalt Become, la melodía se torna mil veces más hipnótica, atrapando de manera posesiva, semejante a como lo hace el simbolismo de su letra, corta como cualquier otra de la banda: "There was nothing but failures... / Deprived, bereaved / So, she wept...".

A la fecha existen 3 ediciones de Requiem: la primera fue prensada por el sello estadounidense Moribund Records en el 2009 (Cat. DEAD 111CD); la segunda, también de esa fecha fue lanzada por Darker Than Black de Alemania para distribuir allí y en el resto de Europa; finalmente, existe la versión en LP de la None Shall Defy Records, limitada a 418 copias y con el logo de la banda en color amarillo. La presentación del disco es sencilla, el cuadernillo es de apenas 1 hoja, e incluye las letras de las canciones (que, como se dijo, apenas tienen de entre 2 a 5 líneas) y una pequeña información  técnica. El diseño del arte, esto es, aquellos paisajes nebulosos y grises son el correlato perfecto de lo que es la música de I Shalt Become.

I SHALT BECOME. Requiem. Moribund Records. 2008.
RANK: 8/10

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