Stone Vengeance - To Kill Evil
La existencia de Stone Vengeance reviste un interés muy especial para el Metal, no sólo por tratarse de una banda integrada enteramente por afrodescendientes, sino porque, además, debido a que la fecha de su formación se remonta a 1978 -es decir, a la misma época en que se creó Black Death, y mucho antes de que apareciera Hirax-, la agrupación sobresale, incluso, como precursora musical, concretamente del Speed Metal, género que ha cultivado desde entonces. Es increíble, pero sin haber hecho un solo cambio de line-up a lo largo de estos 35 años y sin firmar jamás tampoco con algún sello que produjera sus discos, Stone Vengeance se ha mantenido vigente dentro de la escena, y lo ha hecho, no como otro nombre más, sino, como ellos mismos lo afirman, a modo de proscritos, de temerarios, de transgresores de los establecido.
Ahora bien, tuvieron que pasar 20 años para que aquellas canciones trabajadas continuamente desde sus primeras Demos se volcaran por fin en un álbum profesional. To Kill Evil (1998) es, justamente, la materialización de toda una carrera, la depuración de sus logros y talento; hacen parte de él, por derecho propio, 14 temas totalmente originales, buena parte de ellos rápidos, compuestos en la línea del Speed Metal clásico (con ritmos ágiles, solos de excelente factura y voces altas y enérgicas). Escuchar, por ejemplo, "Time Is at Hand", "The Persecution" o la misma "To Kill Evil" es sentir el ímpetu de una banda cuya fuerza resulta de la mezcla entre celeridad y pasión; lo primero, porque estas canciones poseen un ritmo galopante, raudo y; lo segundo, porque cada riff de Stone Vengeance tiene un feeling único, producto de una técnica no virtuosa, sino emocional.
Con todo, To Kill Evil trasciende el Speed Metal, pues exhibe otras cualidades bien particulares: un trabajo de bajo ampliamente emparentado con el Funk; unas guitarras que adeudan mucho al Rock de los sesentas y setentas (no en vano se incluye un cover de la célebre "Foxy Lady" de Jimi Hendrix); y la presencia de baladas acústicas (tipo "Pain" o "Higher Now") que ofrecen un lado más sentimental de Stone Vengeance que no llega, sin embargo, a desentonar con las canciones más pesadas. Cada músico de la banda ejecuta estupendamente su instrumento, y la vocalización (en la que participan los 3 miembros) brinda muchísimos matices de acuerdo al tema: puede presentarse muy agresiva en las canciones referidas a cuestiones sociales, pero también melódica y suave, en aquellas que versan sobre conflictos más íntimos o existenciales.
Como se dijo antes, Stone Vengeance no ha firmado nunca con alguna disquera, de suerte que sus Demos y discos han salido de forma independiente. To Kill Evil no es la excepción: tanto su grabación como prensaje fueron autoproducidos, y el resultado se vertió en dos versiones diferentes: una en CD-R dorado y otra en CD-PRO (que es la que se muestra más arriba). Ambas ediciones estuvieron acompañadas de un cuadernillo de cuatro páginas a color en el que aparece una galería de fotos, los nombres de los músicos y datos sobre las canciones; la imagen de la portada fue elaborada por Marcus Williams, si bien todo la dirección de arte corrió por cuenta de Michael Coffey -el guitarrista de la banda-. Hasta la fecha no existen reediciones del álbum, pero después de este título se han lanzado otras dos producciones: The Angel (2000) y la recopilación Here Lies... Stone Vengeance (2002).
RANK: 9/10
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