ZINES
Machala Rocker # 2
Ecuador / 2011 / 20 páginas / Formato A5
Aunque el proyecto de Machala Rocker se mantuvo vigente en formato digital por más de seis años, superando el centenar de informativos, lastimosamente sus ediciones físicas solo alcanzaron los tres primeros números. El segundo de ellos apareció en noviembre de 2011, desplegando una propuesta más bien discreta, tanto en el plano de contenido como en el de diseño. El zine, cuyo nombre pareciera indicarnos una inclinación local, en realidad presentó un panorama un poco más abierto en sus entrevistas y semblanzas, dando a conocer agrupaciones, no solo de Ecuador, sino también de Venezuela, Colombia y Perú. Asimismo, incluyó un pequeño apartado de reseñas y varios textos de corte ensayístico -bastante vagos en sus apreciaciones- acerca de temas relacionados con la escena; todo ello, como se dijo, volcado sobre un diseño sencillo basado en fotografías y figuras diabólicas.
Los artículos principales estuvieron dedicados, en su orden, a las agrupaciones Morbus, Projecting Blood, Avoidant, Zidiz, Sorath, Morboviejo, Blaster Artillery, Torment of Abyss, Gastrorrexis e Incinerating Prophecies. En una publicación de 20 páginas, se comprende que una nómina tan amplia de bandas obligue a la brevedad y, justamente, eso es lo que sucede, pues las entrevistas resultan siempre cortas y las biografías se enfocan apenas en los datos más relevantes. A esto se suma que las preguntas apuntan a cuestiones manidas o de fácil envejecimiento. La información sirve, en todo caso, para tener una idea general de la banda, conocer algunos de sus intereses musicales y animarse a conseguir su material. Por otra parte, la sección de reseñas, contrariamente al enfoque suramericano del resto del zine, se ocupó especialmente de lanzamientos de la mainstream como el Fallen de Burzum o el To Hell with God de Deicide, entre otros.
Como se indicó, el zine tuvo a bien ofrecer algunos textos críticos sobre asuntos musicales. Así, por ejemplo, encontramos uno dedicado a la historia de las publicaciones sobre Metal de Machala, que resulta en el conjunto de los escritos el de mayor interés por lo que tiene de información sobre formatos, números, etcétera. El otro texto tiene que ver con un intento de reproche a la prensa ecuatoriana por todos aquellos prejuicios que la llevan a asociar el suicido o la muerte de los metaleros con asuntos satánicos o de violencia musical y no, como sucede en los casos comunes, con problemas de salud o de amor. Finalmente, un artículo firmado por "Destructor de Dogmas", establece una reflexión sobre la pérdida de identidad que viene advirtiéndose dentro de la música tradicional ecuatoriana, sosteniendo que la fusión de esta con géneros foráneos significa su propia destrucción.
Como el zine adoleció de muchos problemas ortográficos y de sintaxis, tanto los artículos como las entrevistas requieren de la generosidad del lector. Es verdad que hay un esfuerzo por compilar información original y organizarla bajo ciertos criterios, pero, en todo caso, esta clase de errores no deja de incomodar al sector exigente del público, que ya, por otra parte, debe tomar con paciencia los distintos anuncios publicitarios sobre asuntos no relacionados con el Metal -como servicios de reparación de electrodomésticos o asistencias jurídicas-. Como corolario y error fatal, el CD-R que acompaña la edición, ciertamente interesante en la medida en que presenta bandas emergentes o mencionadas en las páginas del zine, está mal grabado, pudiéndose escuchar únicamente la primera pista y las 4 últimas.
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Fuego Negro # 4
Colombia-Ecuador / 2003 / 35 páginas / Formato A5
Después de una pequeña espera, provocada por el represamiento de los anteriores volúmenes, apareció en febrero de 2003 el nuevo número de la revista Fuego Negro, esta vez presentando en su portada a la vocalista de la agrupación Nightwish, Tarja Turunen. En términos generales, el zine ofreció en esta ocasión una nueva selección de entrevistas, semblanzas y reseñas, en su mayoría de bandas harto conocidas dentro de la escena, así como una serie de fragmentos extraídos de la Biblia Satánica (concretamente, de las consabidas Nueva Declaraciones Satánicas). Además de esto, y como fuera costumbre desde su primera salida, la publicación estuvo acompañada de un CD compilatorio, esta vez con temas de grupos como Kronos, Hypokras, Pessimist, Krieg y Pandemia, entre otros.
El apartado más interesante de este número es, sin duda, la entrevista concedida por Jane Schuldiner, madre del vocalista y guitarrista de Death, Chuck Schuldiner, a un año de la muerte de éste; el diálogo ofrece una emotiva síntesis de la niñez del músico, su relación con el Metal y el modo como encaró el difícil embate de su enfermedad. Otras entrevistas importantes son las realizadas a Paul Speckmann (Master, Abomination, Death Strike), tras su traslado a la República Checa y su unión a las filas de Krabathor y; por supuesto, las hechas a dos agrupaciones colombianas: por un lado, a Liturgia (que recientemente editaba su segundo disco, Corvi et Cygnes) y, por otro, a los pereiranos Twilight Glimmer (también embarcados en la promoción de material, en su caso, del álbum debut, Paradox).
Las semblanzas incluidas en este número fueron variopintas: Nightwish (a quienes dedicaron 5 páginas de mediana calidad), Impaled Nazarene, Borknagar y Pandemia (incluyendo todos los datos de su brutal tour por Sur América, el más extenso realizado en este territorio por una banda de Metal). Por su parte, la sección de reseñas incluyó comentarios sucintos sobre trabajos de agrupaciones como Impious, Hearse (con Johan Liiva en la vocal), Extol, Carnal Forge, Ancient Rites y Hollenthon. Finalmente, se concluye la oferta del número con un par de entrevistas de menor extensión sostenidas con Elvira Madigan y el proyecto Ravenclaw, así como una página dedicada a noticias, mayormente relacionadas con lanzamientos de nuevo material.
Vale la pena resaltar que, en comparación con los números anteriores, aquí se muestra mucho más depurada la redacción y hay un poco más de cuidado en la presentación de las fechas y la cuestión ortográfica (punto a favor para Thiago Sarkis, quien se unía al equipo de Fuego Negro en este número, y al redactor de Acero Magazine, José Luis Terán). Lastimosamente, algunas reseñas tienen una letra milimétrica que exige demasiado la vista y que hubiesen podido plantearse mejor haciendo un uso más provechoso del espacio. Del mismo modo, el esfuerzo en el diseño es mínimo, y casi por regla solo involucra portadas de discos, fotografías de las bandas o logotipos. Más allá de esto (y de que se anuncie en la portada la inclusión de la banda Mundanus Imperium, lo cual no llega a cumplirse), como sucede con todos los otros ejemplares del zine, vale la pena leerlo.
Vale la pena resaltar que, en comparación con los números anteriores, aquí se muestra mucho más depurada la redacción y hay un poco más de cuidado en la presentación de las fechas y la cuestión ortográfica (punto a favor para Thiago Sarkis, quien se unía al equipo de Fuego Negro en este número, y al redactor de Acero Magazine, José Luis Terán). Lastimosamente, algunas reseñas tienen una letra milimétrica que exige demasiado la vista y que hubiesen podido plantearse mejor haciendo un uso más provechoso del espacio. Del mismo modo, el esfuerzo en el diseño es mínimo, y casi por regla solo involucra portadas de discos, fotografías de las bandas o logotipos. Más allá de esto (y de que se anuncie en la portada la inclusión de la banda Mundanus Imperium, lo cual no llega a cumplirse), como sucede con todos los otros ejemplares del zine, vale la pena leerlo.
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Fuego Negro # 3
Colombia-Ecuador / 2002 / 35 páginas / Formato A5
Metal Press y Sylphorium Records presentaron a finales de 2002 el tercer volumen de este zine que lastimosamente logró mantenerse solo hasta el # 6. Con el impresionante arte del To Megatherion en la portada, e incluyendo un CD compilatorio para sus 300 copias, este volumen de Fuego Negro se destacó por la extensa entrevista (6 páginas) realizada a Tom Gabriel Fisher (Hellhammer, Celtic Frost, Apollyon Sun) a instancias de la salida de su libro Are You Morbid? (2000); el diálogo, cedido por la publicación Metal Update, reconstruye la historia musical de Fisher, sus relaciones con otros músicos y sellos, y las motivaciones que lo llevaron a escribir el libro sobre Celtic Frost.
El ejemplar también ofreció una pequeña síntesis de la gira que en octubre de ese año realizó la agrupación Inquisition por Colombia, Ecuador y Perú como parte de la promoción de su disco Invoking the Majestic Throne of Satan. Otras semblanzas que aparecen son las de Lacuna Coil, Fleshless (también en gira por Suramérica durante aquella época), Moonspell, Tiamat y Entwine. Por otra parte, se incluyeron entrevistas de regular tamaño a Within Temptation, Behemoth, Cradle of Filth y Arch Enemy, estas dos últimas muy interesantes pues, la primera, deja ver la defensa que hace Dani Filth de sus excentricidades y de la popularidad que empezó a granjearse su banda desde finales de los noventas y, la segunda, destaca la reciente inclusión de Angela Gossow a las filas de Arch Enemy, así como el secreto de su éxito en el mercado japonés.
El zine entregó, además, una serie de reseñas de discos, en su mayoría lanzados por la Century Media y la Nuclear Blast Records (In Flames, Sentenced, Soilwork, Salem, Souledge), así como la última parte de las 120 Jornadas de Sodoma del Marqués de Sade que se venían incorporando en los números precedentes como material extra (aquí, sin embargo, ya no se mantuvieron las fotografías bizarras que acompañaron los dos primeros números, puesto que, al parecer, no fueron bien recibidas por ciertos sectores del público y los distribuidores).
El zine entregó, además, una serie de reseñas de discos, en su mayoría lanzados por la Century Media y la Nuclear Blast Records (In Flames, Sentenced, Soilwork, Salem, Souledge), así como la última parte de las 120 Jornadas de Sodoma del Marqués de Sade que se venían incorporando en los números precedentes como material extra (aquí, sin embargo, ya no se mantuvieron las fotografías bizarras que acompañaron los dos primeros números, puesto que, al parecer, no fueron bien recibidas por ciertos sectores del público y los distribuidores).
Los inconvenientes de esta edición tienen que ver con los continuos errores ortográficos o de redacción que se presentan en los textos, algunas traducciones del ingles que todavía se sienten muy incipientes y equivocaciones en las fechas de álbumes que, por ejemplo, en el caso de las semblanzas de Moonspell y Lacuna Coil, son imperdonables. Por lo demás, la calidad de impresión es destacada y hay un logrado equilibrio entre el apartado visual (entiéndase aquí, las fotografías de los discos o los miembros de las bandas) y el escrito. En conclusión, un zine que tuvo una muy buena entrevista central, y un trabajo de aproximación a distintas agrupaciones -de la mainstream- de distinta calidad.