Tenebrarum es otra encarnación de ese Death Metal radicalmente oscuro que proponen bandas como Sargatanas, Shub Niggurath o Nothingness. En efecto, como pasa con aquellas, esta otra agrupación mexicana funda su música sobre una densidad apabullante que sumerge a quien la escucha en una suerte de extravío. El sonido de Tenebrarum, sin embargo, se alza con un temperamento propio puesto que en él convergen al menos tres corrientes diferentes: por un lado, la herencia caótica del Grind que elaboró el grupo en sus orígenes; por otro, la influencia sombría del Black Metal para la elaboración de las atmósferas y; finalmente, la inclusión de unos teclados que ya desde la canción de apertura se erigen como el principal distintivo de la banda y que, sin llamar a exageraciones, no tienen el más mínimo parangón en las propuestas de su época.

A raíz de esto Alta magia (1994) es un disco cuya imponencia se tasa en el modo en que contrasta el flujo de un sonido muy pesado con aquella fuerza más etérea, misteriosa y a veces, incluso, tranquilizadora que producen los teclados. A lo primero contribuyen la sucia distorsión de las guitarras, la ininteligibilidad que prima en las vocales y los descuelgues de velocidad que sigue la banda cada tanto; a lo segundo, en cambio, solo aquel extrañísimo hipnotismo que emana de los teclados y que en temas como "Lilith" o "Evocation" es capaz de orientar toda la armonía. Hay en este recurso, quizá, algunos vestigios de tonos ambientales, pero en realidad su horizonte resulta indescriptible, especialmente cuando junto a otros elementos -como guitarras acústicas, susurros, cantos gregorianos o audios de aullidos y hogueras- consolida aquel clima tétrico del que se ha hablado más arriba.

Tenebrarum transita los distintos caminos de su música permitiendo que una de sus aristas se pronuncie más o menos, pero no cede un instante en su intención de someter, ya sea apelando a la crudeza de los despuntes o al sortilegio de la atmósfera; así, en la parte inicial e intermedia del disco se muestra frecuentemente la última orientación, mientras que su cierre deja ver la faceta más primitiva del grupo. Por otra parte, en lo que concierne al apartado conceptual, la banda realiza un planteamiento penetrante, toda vez que sus letras, enfocadas en la magia, el esoterismo y los saberes ocultos encuentran su fundamento en autores como Rosario Castellanos, H. P. Lovecraft o Eliphas Lévi, referentes que permiten no caer en el terreno de las vacuidades, sino hallar un verdadero correlato para la oscuridad que caracteriza la parte sonora.

Alta magia fue grabado entre junio y julio de 1994 e inicialmente fue prensado en formato PRO-TAPE por la propia banda. Seis años después, American Line Productions y Morbid Ghoul Records lanzaron de forma conjunta su primera versión en CD, cambiando por entero el arte original del disco. La edición que se muestra en la fotografía, en todo caso, corresponde a una reedición hecha también por American Line en 2016, recuperando la primera portada e incluyendo como bonus los temas de la Demo de 1992 The Distortionated Guts of Idolatry. Se trata de una producción austera con un diseño bastante defectuoso, pues, aunque el arte está basado en impresionantes pinturas de Goya y Hemnling, la calidad de impresión y recorte no es la mejor. El booklet, además, no contiene las letras de las canciones, únicamente información sobre las alineaciones de la banda, un par de flyers y la portada de la Demo.