Zoofilia - Zoofilia
Son casi 25 años los que Zoofilia ha estado vigente dentro de la escena argentina y, aunque haya tenido que afrontar algunos reveses, sin duda, han sido mayores sus logros y más las buenas experiencias. Su discografía nos habla, además, de un carácter constante y del arresto que necesitan los artistas independientes, pues buena parte de sus producciones han sido el resultado de su propio empuje e inversión. Una muestra de esto se encuentra justamente en su primer disco, autotitulado Zoofilia (1999), con el que la banda cerró los noventas y, con ellos, aquella época de las primeras Demos, expandiéndose tal vez no al mismo nivel que lo hacen los grupos firmado por un sello importante, pero sí por lo menos en el ámbito de los zines, las distribuidoras y los amantes del Metal subterráneo.
Desde sus inicios, Zoofilia rehusó encasillarse dentro de un solo género y, en efecto, al escuchar su música se tiene la impresión de estar frente a una propuesta ecléctica. Sucede que, aunque en alguna medida su base es el Death Metal, ésta se combina ampliamente con recursos provenientes de otras vertientes como el Thrash ("Farsa Religiosa"), el Groove ("Enfrenta Tu Realidad") y hasta el Doom Metal ("Solos Para Ser Devorados"). Esta condición, aunada a un preciso trabajo de los ritmos medios y cierta emotividad que destilan algunos de sus pasajes (en "No Pensar", por ejemplo, o en "V.I.H."), permiten reconocer en Zoofilia una banda influenciada desde distintas perspectivas, cada una de las cuales pesa a su manera en las composiciones que, en consecuencia, deben interpretarse de modo deductivo.
Como se dijo, si bien en el disco hay fragmentos rápidos, predominan en él los pasajes medios y lentos, siendo estos los que permiten a Zoofilia configurar el sentido de su música: acompasada, con matices melódicos, breves apariciones de teclado, arpegios acústicos y variaciones múltiples de la voz. Las letras, por su parte, se enfocan mayormente en situaciones sociales como la cosificación del hombre, las mentiras de la religión, el egoísmo personal, etcétera; por regla, no se trata de escritos largos o complicados, sino, más bien, de líneas que han surgido en momentos determinantes y que -como ha declarado el propio vocalista de Zoofilia, Hernán Alzamora- no son retocadas para que se acomoden mejor a la instrumentación, sino que permanecen tal y como surgieron en el momento de su creación.
Zoofilia fue grabado entre octubre de 1997 y enero de 1998, pero fue prensado hasta un año después a través de la misma banda. El disco está dedicado a la memoria de Fernando D. Papatino (compañero de la agrupación durante sus primeros años) y todo el arte de la portada y del interior del cuadernillo corrió por cuenta del mismo Hernán Alzamora. Tratándose de una producción independiente, el resultado del diseño es destacable, y el booklet es extenso e incluye las letras de las canciones, fotografías, datos de grabación, agradecimientos y demás. Durante la grabación del CD se contó con la participación de 3 músicos invitados en las guitarras y el teclado: Federico Seco, Carolina Caratti y Alejandro Spinelli. Amantes del Death Metal argentino (Crematorio, Vibrión, Devastación, Lobotomy): Zoofilia es una banda para no perder de vista.
RANK: 8/10
1 comentarios
Grandioso disco, de las pocas bandas por ese entonces sobrevivientes de la escena death metal de los 90
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